Cuando ella se acerca

Ella no duele por las tardes de lluvia
desde que esta ausente;
ella sabe que la pienso
caminando en la playa,
hasta supone y sueña
que escribí su nombre en la arena
pero, nunca se lo confesaré
a menos que un día logre verme.

Ella,
tienta mis labios
con la distancia
y explota mis ansias
solo con tinta y papel.

Ella habita en todas las nacientes de agua
del sureste de Asia
y fluye transparente
hasta el mar de Noruega,
allí cuando extraña el calor de un abrazo
mira al horizonte
y recuerda mi mejor promesa;
entonces vuelve hasta aquí,
segura de que me mantengo a la vista
porque sabe que soy además,
un amigo muy fiel.

Desde que ella no está
pareciera que juego a la vida
o intento preparar la revolución,
también he inventado canciones de oscuro despecho
tras las que se ocultan mis mejores poemas,
y he tomado drogas absurdas que no me hacen efecto,
sin embargo en el fondo yo no me miento;
pues solamente la espero.